Más allá del reconocimiento: los médicos de Jaruco en las difíciles circunstancias.
Visitas: 178
- La FEEM de Jaruco celebra 55 años de fundada. - 4 de diciembre de 2025
- Más allá del reconocimiento: los médicos de Jaruco en las difíciles circunstancias. - 4 de diciembre de 2025
- Celebró Jaruco gala provincial en respuesta al VIH/SIDA - 3 de diciembre de 2025
En el eco de las redes sociales y en los murmullos de los pasillos, surge el reconocimiento más auténtico a los profesionales de la salud en Jaruco.
Hace algunos días, una ciudadana, de este terruño, María Emilia Michelena Jorge, apuntaba con realismo conmovedor: “En 2025…me consta el desvelo de la mayoría por recuperar la salud de muchos en condiciones prácticamente de campaña”. Otro testimonio resumía la paradoja: “Felicidades, muy merecido reconocimiento a aquellos que bajo circunstancias difíciles, muchas veces sin electricidad ni medicamentos, brindan sus conocimientos y su amor infinito a los pacientes”.
Estas palabras y muchas otras escritas en las redes sociales dibujan el verdadero cuadro: profesionales que ejercen con estetoscopio, con ingenio y, sobre todo, con un corazón inmenso, como bien los definió un comentarista. El ingenio, esa herramienta no oficial que ha pasado a ser fundamental en el inventario médico cubano.
Celebrarlos en este 3 de diciembre es un acto de resistencia, un reconocimiento a quienes mantienen en pie, contra viento y marea, los principios de una medicina que se pretende universal y gratuita.
La jornada de un médico no termina con la entrega de diplomas; continúa al día siguiente, en la consulta con medicamentos limitados, en la cirugía con riesgos aumentados, en el diagnóstico que debe ser más certero que nunca porque no hay margen para el error.
En este Día de la Medicina Latinoamericana, Jaruco nos recuerda que la verdadera medicina no la definen sólo los avances tecnológicos, sino la capacidad de cuidar con lo que haya a mano. Que el mayor honor para un médico no es necesariamente una condecoración, sino el respeto de quien, en medio de la penuria, le confía lo más preciado: la salud y la vida.
La batas blancas de Jaruco, hoy celebradas, regresan mañana a la trinchera silenciosa de la consulta. Y en ese regreso está su mayor triunfo y su más elocuente discurso, salvar vidas.
