Ellas en la primera línea de prevención
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En el contexto del Ejercicio Nacional contra las drogas, la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia de la Federación de Mujeres Cubanas en Jaruco ha vuelto a recordar un principio fundamental: la batalla por un futuro sano se gana desde la educación y la comunidad, y en esa trinchera, las mujeres son protagonistas indispensables.
Bajo el título “Ellas también previenen el consumo de drogas”, la charla educativa trascendió el eslogan para convertirse en una demostración práctica de un enfoque integral. No se trató de una simple advertencia sobre los efectos de las sustancias prohibidas, sino de una intervención estratégica dirigida a dos grupos vitales: los jóvenes en formación y quienes están formándose para una profesión de cuidado.
La presencia de estudiantes de la enseñanza Media es, sin duda, la piedra angular. Llegar a ellos en una etapa de vulnerabilidad y formación de la personalidad es una acción crucial. Pero la inclusión de los alumnos del Curso de Masajes añade una capa de inteligencia comunitaria notable. Estos futuros terapeutas no son solo ciudadanos; serán agentes de bienestar en su entorno, con la capacidad de detectar, orientar y ser un referente de vida saludable. Educarlos es potenciar la red de prevención.
La conducción de la actividad a cargo de Rita Teresa Pérez y Ofelia Delgado Padrón, promotoras de Salud en Jaruco, refuerzó el mensaje central. Son mujeres de la comunidad, rostros conocidos, voces que no vienen de un manual distante, sino de la experiencia cotidiana. Ellas encarnan el rol de la FMC como un pilar social que extiende sus brazos más allá del ámbito doméstico, asumiendo la salud pública como una responsabilidad colectiva
Sin embargo, la estrategia no estaría completa sin el componente de autoridad y ley. La participación del Capitán de la Policía Nacional Revolucionaria, Rafael Pérez Martínez, aportó el contrapeso necesario: la claridad jurídica, la advertencia sobre las consecuencias legales y la demostración de que la prevención no es solo una cuestión de salud, sino también de seguridad y orden social. Su presencia cerró el círculo, uniendo la persuasión educativa con el rigor de la norma.
Esta charla en Jaruco es parte de un esfuerzo nacional que vale la pena destacar. Demuestra que la lucha contra las drogas es multifacética y que la unión de los esfuerzos de la organización femenina, el sistema de salud y las fuerzas del orden, dirigidos a los eslabones más dinámicos de la sociedad, constituye la fórmula más sólida para proteger el presente y construir un futuro libre de adicciones. Ellas, no solo previenen; también educan, guían y fortalecen los cimientos de la comunidad.
