¡Medio siglo y un Poquito más!

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Querida:

Amaneció este 13 de marzo con un tiempo de nuestro benigno invierno como para guardarlo en un cofre y sacarlo de vez en cuando para disfrutarlo.

Entonces vamos a tener contigo este monólogo porque el día sólo es para amores no declarados. Un día para todos, para que reparta alegrías por los cuatro puntos del planeta y la gente esté todo lo feliz que pueda ser, como lo estamos nosotros ahora en que decidimos escribirte a ti, a esta amiga que nos ha tocado en suerte.

 

¿Qué tal, Radio Jaruco?… ¿Cómo anda esa muchacha que es toda sentimientos y sensibilidades, esta graciosa jaruqueña que atrapa todos los sentidos?

 

Casi sin notarlo pasan los años y descubrimos de pronto que ya no somos aquellos jóvenes que te descubrimos un día y no pudimos –no quisimos- separarnos nunca más de ti. Te contamos que nada aligera más el espíritu que recordar a alguien que es parte de la vida de uno. De modo que este aniversario nos posibilita ese placer.

 

Eterna como una caricia, radiante como los luceros y hermosa como una perla, te sabes querida por aquellos a quienes un día el destino quiso premiar, poniéndote en su camino. Y somos felices de tenerte ahí, cincuenta y tantos años después, siempre lista a dar ese cariño intachable que guarda el olor dulzón de los estudios de grabación y transmisión, el aroma metálico de los micrófonos, la fragancia extraña de las máquinas, el tecleo rítmico de las computadoras que impregnan hasta el alma. Todo ese conjunto de sortilegios son propios de ti, que eres de esas muchachas que han venido al mundo a fascinar.

 

¡Qué seductora te muestras cuando quieres, Radio Jaruco!… ¡Y lo mejor… que quieres siempre!

 

Y hemos estado contigo muchos años.

 

Enamorados de la profesión, estuvimos largas madrugadas en el estudio entre los punzantes sonidos de las máquinas, donde fuimos dueños absolutos de la consola, atentos a cada golpe de cinta, del torrente incesante de voces y sonidos y de cada éxito o problema que acarreaba un minuto de edición. Estuvimos contigo en los días luminosos de los premios nacionales, y también en las jornadas tristes en que comprendimos que aquel programa pudo ser mejor. Contribuiste en mucho el que nos convirtiéramos en unos radialistas.

 

En estos años, contigo hemos estado, los que te engendraron, los que te auparon, los que te alimentaron, los que te hicieron grande. Y están contigo los amigos de antes, dispersos ahora, pero llenos de evocación. Y está contigo la nueva generación que te mima porque te mereces el cariñoso reconocimiento, cálido y emocionado de los que ahora mismo bien te quieren.

 

Y te confesamos, amiga, que siempre nos ha maravillado ese amor que ofrece tu gente, las caricias tan necesarias, las gracias que tanto animan, los buenos días que reconfortan y los días de suerte que siempre se necesitan.

 

¡Gracias por la magia, Radio Jaruco!

Ahora te dejamos, esperando que la felicidad no se te aleje nunca.
Te amamos.

¡FELIZ ANIVERSARIO!