Urbano preso en Jaruco
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Una treintena de años atrás esa Gloria Deportiva del béisbol cubano que es Urbano González, antes de que despuntará el sol en Catalina de Güines se montó en el tractor junto a su hermano, llevando consigo varas de caña brava, anzuelos y carnadas.
El destino de ese domingo de asueto, la represa de Jaruco.
La pesca es uno de los pasatiempos preferidos de este peloterazo cubano, que defendió con profesionalidad y corazón la franela de los equipos de Occidentales, Industriales y el Cuba.
Recuerdo que Don Urbano González quien en 2864 veces al bate solamente se ponchó en 67 oportunidades, en 13 Series Nacionales, en una entrevista exclusiva para Radio Jaruco, dijo que la finca donde el nació estaba ubicada una parte en Catalina y la otra en Jaruco.
Por tanto me siento también Jaruqueño, confesó. Y fuimos testigos de esa nueva, quien les habla y Eduardo Díaz Nimo.
Y la pesca de aquel domingo en la represa de Jaruco, les fue muy fructífera a Urbano González y a su hermano, pues repletaron un saco con Tilapias, percas y hasta unas truchas.
Caía la tarde y deciden regresar a Catalina de Güines, tractor renqueante por la curvilínea carretera que viene de Campo Florido a Jaruco, y al filo de las siete de la noche, los ocupantes del jeep de la policía local les detiene en la popular esquina de Pacheco.
Urbano y el hermano, cobijados con sombreros de yarey, se encojen de hombros y preguntan el por qué los retienen.
La respuesta del policía: Se van para la unidad conmigo.
Al llegar a la unidad de la PNR DE Jaruco, el carpeta, con respeto le decía a ambos que se descubran y digan sus nombres: El mío es Urbano González Basanta. El carpeta se levantó del asiento sorprendido y le increpa al policía que los detuvo: Compadre se ve que tú no eres de La Habana, este hombre es una gloria de la pelota cubana, y de respeto.
Y aquel día Don Urbano González, que acaba de partir hacia la eternidad, nos comentó que esa fue la única vez que estuvo detenido en su vida.