Panamá en feriado celebra Día de las Madres

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Fieles a sus tradiciones, los panameños celebran hoy el Día de las Madres, fecha única en la región que coincide con la festividad católica de la Inmaculada Concepción.

Según historiadores, desde 1930 el país honra a las progenitoras en esta jornada, convirtiéndola en un feriado nacional que combina tradición, fe y convivencia familiar.

Aunque muchos celebran cada 8 de diciembre sin conocer el motivo, detrás de esta elección existe una historia marcada por decisiones sociales, iniciativas ciudadanas y cambios que definieron la tradición tal como se conoce actualmente.

En Panamá, el Día de las Madres no siempre fue el 8 de diciembre. La primera celebración se registró en 1924, cuando el Rotary Club de Panamá propuso la creación de un día especial para homenajear a las madres, iniciativa que fue aprobada por el entonces presidente Belisario Porras para celebrarse el 11 de mayo.

Esta decisión marcó el punto de partida de una tradición nacional que posteriormente evolucionaría.

Sin embargo, seis años más tarde, en 1930, surgió una petición formal por parte de un grupo de mujeres católicas, quienes solicitaron que la fecha se trasladara al 8 de diciembre para coincidir con la festividad de la Inmaculada Concepción.

La solicitud contó con el respaldo de la primera dama Hercilia de Arosemena, lo que impulsó el debate público sobre el sentido que debía tener la conmemoración.

Ante la discusión generada, finalmente la Asamblea Nacional aprobó la Ley 69 del 18 de diciembre de 1930, que fijó de manera oficial el 8 de diciembre como el Día de las Madres en Panamá.

En este día, las familias se reúnen en misas, actos culturales y encuentros comunitarios.

También los comercios reportan un aumento en la venta de flores, regalos y detalles especiales.

Por su parte, el Gobierno ha dispuesto restricciones de tránsito para vehículos pesados y operativos de seguridad, con el fin de garantizar la movilidad y tranquilidad durante la jornada.

Más que un feriado, el Día de las Madres en Panamá es un recordatorio del rol fundamental de las mujeres en la vida familiar y comunitaria.

Más allá de los obsequios, la fecha refuerza valores de gratitud, unión y respeto, convirtiéndose en uno de las fechas más esperadas del calendario nacional.