Historias de mi pueblo

Una vista panorámica de Jaruco

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Angel Ribot
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A la llegada de los conquistadores, el territorio que hoy ocupa el municipio de Jaruco sobrepasaba los límites actuales. En esta localidad de 276 kilómetros cuadrados de extensión y alrededor de 26 000 habitantes, se han descubierto importantes sitios arqueológicos que comprueban la presencia aborigen en esas tierras. Los primeros pobladores extranjeros de la zona procedieron de Islas Canarias, y a principios del siglo 17 su economía se basaba en los aserraderos y la labranza. Al pasar las tierras a propiedad de Don Juan de la Orta, Jaruco adquirió la dimensión de corral.

Pero no fue hasta el seis de octubre de 1752 cuando los descendientes de Don Juan gestionaron un permiso para poblarlo, y esa fecha fue reconocida como la de su fundación.  La cría de ganado, el cultivo de la caña , el café, los frutos menores y las vegas tabacaleras iniciaron la economía jaruqueña, y proliferaron en el territorio las fábricas de azúcar, lo que conllevó el auge de la oprobiosa esclavitud negra y también la ignominiosa explotación de chinos y yucatecos.

En la actualidad, en Jaruco existen numerosas tierras dedicadas a la caña, uno de sus principales renglones económicos, y a los cultivos varios. En el sector industrial cuenta con una de las más destacadas empresas de la industria Ligera, la de Confecciones Tropicales.

Otras industrias del territorio son la fábrica de pienso y la planta de procesamiento de minerales no ferrosos. En el orden económico se destacan, asimismo, el complejo turístico Escaleras de Jaruco, de gran belleza natural, y bases de campismo. Dos centros importantes son las estaciones Terrena Caribe, a través de la cual se efectúan las comunicaciones internacionales del país por vía satélite, y la experimental de la caña, entidad científica cuya contribución al desarrollo de la agricultura cañera resulta notable.

Pueblo de tradiciones culturales es Jaruco, donde se realizaban verbenas de gran colorido por el 24 de junio, fecha de San Juan Bautista, Santo Patrón de la localidad. A principios del siglo XIX se editó el primer periódico y también se desarrollaron la literatura, el teatro de aficionados y una cultura de vertiente campesina, apreciada por el pueblo.

Este territorio posee el río Jaruco, que tiene como lugar de origen el Valle del Perú, y represa en el embalse Presa de Jaruco, localizada en la finca San Martín. Su principal finalidad económica es el riego de cultivos de caña de azúcar y la producción de pescado. Otro de los ríos que posee el territorio es el río San Miguel, que tiene su lugar de origen cerca del poblado de San Francisco y desemboca como afluente en el río  Jaruco. Este río represa en el embalse de  Majana. Su finalidad económica está dirigida al abasto de agua a la zona petrolera del distrito Caribe y el sector ganadero de la empresa Guaicanamar. También de sus aguas se capturan hasta mil toneladas de pescado anuales.

Peculiar rasgo del territorio es que posee el sistema montañoso “Escaleras de Jaruco”, segunda elevación de La Habana, solo superada por las “Alturas de Menocal” en San José de las Lajas. Las temperaturas del territorio son consideradas como bajas, incluso en ocasiones han resultado ser las mínimas nacionalmente.

Las principales instituciones fundadas en Jaruco, en los siglos 18 y 19 fueron, el correo en 1756, la Iglesia de Jaruco en 1778, la cárcel, en 1800 y las iglesias de Caraballo  y  San Antonio en  1803 y 1804 respectivamente.

Con estas pinceladas hemos tratado de trazar hoy un paisaje de Jaruco.

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