Bancarización, en teoría

La bancarización es un proceso cuya finalidad es que los pagos de servicios, productos y demás transacciones comerciales y financieras ocurran mediante el uso de instrumentos de pago y canales electrónicos.

Se supone que allane el camino, y facilite las compras ante la carencia de efectivo. Y, aunque a más de un año es cierto que hay un camino recorrido y avances palpables, sin lugar a dudas queda mucho por hacer para alcanzar los objetivos trazados.

En Jaruco, por ejemplo, en El Bodegón, en el mercado de H y E, en el Ajauco, el Chu Chu Wa y el Libanés, es posible retribuir mediante una transferencia.

Sin embargo, quedan trabajadores por cuenta propia u otros actores económicos, cuyo código QR es fantasma. Me explico, usted llega y está viendo el código QR y cuando le plantea que abonará el monto por esa vía le dicen que está visible porque es una exigencia, pero solo aceptan efectivo.

Las ventas online de productos, una vía para adquirir muchísimas cosas de primera necesidad, en ocasiones vienen acompañadas de la advertencia «No se acepta transferencia» ¿Y entonces, como quedamos? Porque es poco para describir el efectivo al que tenemos acceso.

Ahora es moda que en lugares que aceptan pago en línea, te digan que a partir de determinada hora no aceptarán más transferencia, como si las aplicaciones tuvieran horarios y no fuera una violación a lo dispuesto y a los derechos como consumidor. Todo es parte de un ciclo, les exigen efectivo a ellos, nos exigen a nosotros y la bancarización no termina de consolidarse.

También es válido acotar, que las plataformas como Transfermóvil y EnZona, aunque útiles, enfrentan problemas de usabilidad y conectividad en determinadas zonas principalmente las rurales, donde por de más está limitado el acceso a servicios bancarios para extraer efectivo lo cual complejiza aún más la situación.

La bancarización, en teoría, ofrece múltiples ventajas: mayor seguridad, control fiscal, y conveniencia en los pagos. Sin embargo, para quienes carecen de un teléfono móvil androide, presentan una edad avanzada y poca habilidad con la tecnología, o cuando el dueño de la mercancía decide no hacer uso de ella, se convierte en un mayor problema cuando manejar con eficacia las finanzas es el objetivo.