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Con genética cubana

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El 20 de octubre marca para los cubanos el día en que celebramos la Cultura Nacional, esa que se cuela bien adentro y se integra a cada molécula de nuestro ADN. De ello doy fe y lo comprobé este viernes en la noche.

Confieso que no estaba segura de la calidad de la gala de cierre de la Jornada por la Cultura Cubana, organizada en el Centro Sociocultural «El Ocaso», justo antes de la tan esperada disco fiñe. Imaginé algarabía de muchachos protestando por la demora y a los asistentes intentando escuchar.

‼Movilizada por mi quehacer periodístico llegué al otrora Liceo de #Jaruco, a las 9 de la noche. Estaban allí, una representación de los máximos dirigentes municipales, la fiel tropa de la generación «medio tiempo» que asistimos a cada peña que suena en Jaruco y la tan temida revuelta de niños y adolescentes que esperaban por su noche de disco, acompañados por algunos padres.

El caso es que el local estaba lleno y contra mis desalentadores pronósticos la atención y los aplausos se concentraron en las angelicales jóvenes, que luego del Himno Nacional, interpretaron «La Bayamesa», de Céspedes y Fornaris.

Luego llegó «La Bella Cubana», a cargo de las pupilas de Yanet, la instructora de la Casa de Cultura y llovieron los aplausos porque la fuerza de lo bueno y autóctono se impone sin pedir audiencia.

Jóvenes talentos locales, junto a otros consagrados, defendieron con mucha dignidad una muy contextualizada selección, tal es así que vi bailar a niños y adolescentes a ritmo de cha cha chá, interpretado nada más y nada menos que por nuestro Cuarteto de Saxofones. Sin conocer a ciencia cierta los pasos, agarraron el ritmo con esa fuerza que sale de lo más profundo. Y es que lo llevan en la sangre…, decían con emoción los presentes.

Entrelazados por poemas a cargo de especialistas de la Casa de la Cultura, sucedieron, uno a uno, los números culturales con momento clímax a cargo de la adolescente de nombre Sheydi, totalmente agasajada y coreada por sus coetáneos.

El final estuvo a cargo del versátil Maikel Lirio, que hizo mover los pies de grandes y chicos con el emblemático tema Mi Salsa Tiene Sandunga, y mire que sí la tuvo.

Nada…, que lo bueno es bueno y lo autóctono mejor. ¿Qué a la juventud no le gusta?, incierto, solo hay que buscar los espacios y presentarlo con la calidad y la autenticidad de lo local, como supieron hacerlo los artistas y organizadores de la gala de clausura de esta Jornada de la Cultura Cubana, en Jaruco.

Mis respetos, a nombre del pueblo, para ellos, y en especial para la joven Yenisei Zayas Hernández, en su primera experiencia como directora artística.

Quien tuvo el placer de asistir comprobó que nuestra cultura tiene energía propia, no se destruye, se transforma y renueva sin perder su esencia porque los cubanos somos fruto de un ADN mestizo y muy resistente a la colonización cultural.

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