Cuidando la salud del hombre: una reflexión necesaria

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Hace días conocí a un urólogo, y conversábamos sobre su trato a los pacientes. Me decía: «Cuando viene un hombre, yo hago chistes, le hablo en buen cubano, y hasta que no pase el último no me voy de la consulta, porque hablando en plata, ningún hombre va al médico por una simple sospecha, o por chequeo regular. Cuando acuden, es por necesidad imperante, y muchas veces, no siempre, es demasiado tarde.»

Por eso, en esta semana dedicada al tema de forma internacional, te propongo reflexionar sobre la salud masculina, un tópico muy silenciado. Porque, seamos honestos, ¿cuántas veces escuchamos campañas masivas dedicadas al bienestar del hombre? ¿Cuántas veces vemos servicios de salud específicamente diseñados para sus necesidades?

La verdad es que, a menudo, la salud masculina se obvia. Ya sea por un sistema que históricamente ha puesto el foco en la salud femenina, o por prejuicios culturales que empujan a los hombres a mostrarse fuertes e invulnerables, la realidad es que muchos hombres no acuden al médico hasta que la situación se vuelve crítica. ¿Cuándo fue la última vez que te hiciste un chequeo?

Y eso es un error grave. Enfermedades como el cáncer de próstata, las enfermedades cardíacas, la disfunción eréctil, e incluso la depresión, pueden ser prevenidas o tratadas eficazmente si se detectan a tiempo. Por ejemplo, el cáncer de próstata es la segunda causa de muerte en Cuba en el sexo masculino. Pero el silencio, el miedo a mostrarse vulnerable, y la falta de información, a menudo les impiden buscar ayuda.

Es hora de romper esos esquemas y que los hombres se hagan cargo de su salud. Es hora de que la sociedad ofrezca servicios de salud más accesibles y adaptados a las necesidades masculinas. Aunque no existan, o al menos yo no conozca en Cuba clínicas especializadas, si existen campañas de detección temprana, y servicios a los que acudir. No se trata de ser menos hombres por cuidarse, sino de ser más inteligentes y responsables con su bienestar. La prevención es la mejor medicina, y en el caso de la salud masculina, puede salvar vidas.

Dejar pasar el tiempo puede tener consecuencias devastadoras. Así que, hombres, los invito a informarse, a hacerse chequeos regulares, a hablar con sus médicos, y a romper el silencio. Su salud es una prioridad, no un lujo, incluso para responder ante aquellos que se preocupan por ti. Y como sociedad, debemos apoyarlos en ese camino.

La salud masculina importa, y es hora de que le demos la importancia que merece.