Opinión

Nos honra su voz

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Al inicio de este verde caminar mío en el mundo de la Radio un quehacer atrajo casi instantáneamente mi atención; como esa música que no quería que acabase, un coqueteo torpe que dejaba salto en el estómago y hacía trabajar el doble a quien le tocaba editar.

Dos años después los micrófonos siguen intimidantes, mi voz un poco más modulada, la velocidad más acorde a los trabajos informativos, pero el estacato y la respiración juegan malas pasadas todo el tiempo. Es que la locución es en verdad un arte que tambien se nutre de hermosos colores, pero requiere educación, práctica, constancia y muchísima disciplina.

Lograr que el sonido se pueda “ver” lleva pensamiento, técnica, magia en la dirección, las consolas y en la posproducción, pero es vital que el artista logre esa conexión con sus oyentes, hablarle a todos y cada uno con el sentir exacto, en el tiempo perfecto para llegar y dejar un mensaje.

Hablando desde mi experiencia reconozco que esta planta radial tiene inmensos profesionales de la voz, consagrados y multipremiados que se superan y nos dan clases magistrales cada día. Por su parte los noveles con paso firme avanzan, y se nutren de los saberes que inspiran al tiempo que ponen su sello personal a lo que hacen con amor, y gran dosis de valentía.

Hoy, también otros nos preparamos para algún día ser locutores, conscientes de que es un largo caminar, en una profesión honrada por grandes hombres y mujeres que hicieron y hacen historia en los medios cubanos. Muchas felicidades a todos en su día.

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